viernes, 11 de mayo de 2012

El BCE y la estabilidad de precios

El Banco Central Europeo se fundó con un objetivo primordial: mantener la estabilidad de los precios en la zona euro. En el siguiente texto del propio BCE se explican las ventajas de de dicha estabilidad:


El objetivo de estabilidad de precios se refiere al nivel general de precios de la economía y consiste en evitar tanto una inflación como una deflación prolongadas. Existen varías vías a través de las cuales la estabilidad de precios contribuye a alcanzar niveles elevados de actividad económica y de empleo.

1. La estabilidad de precios hace que resulte más fácil reconocer las variaciones de los precios relativos, ya que dichas variaciones no quedan ocultas por las fluctuaciones del nivel general de precios. Esto permite a las empresas y a los consumidores tomar decisiones más informadas respecto al consumo y la inversión, y al mercado asignar los recursos de forma más eficiente y aumentar el potencial de producción de la economía. Al contribuir a que el mercado dirija los recursos hacia los fines más productivos, la estabilidad de precios aumenta el potencial de producción de la economía.


2. Si los inversores consideran que los precios permanecerán estables en el futuro, no exigirán una «prima de riesgo de inflación» para compensar el riesgo que conlleva mantener activos nominales a largo plazo. Al reducir esas primas de riesgo del tipo de interés real, la credibilidad de la política monetaria puede mejorar la eficiencia con la que los mercados de capitales asignan los recursos y, de este modo, aumenta los incentivos para invertir, lo que a su vez favorece el bienestar económico.


3. En tercer lugar, la confianza en el mantenimiento de la estabilidad de precios disminuye las probabilidades de que los individuos y las empresas desvíen recursos desde usos productivos hacia instrumentos que protegen de la inflación. Por ejemplo, en un entorno de altas tasas de inflación, existen incentivos para acumular bienes reales, dado que estos conservan su valor mejor que el dinero o que determinados activos financieros. Sin embargo, acumular bienes de este tipo no es una decisión de inversión eficiente y, por tanto, obstaculiza el crecimiento económico.


4. Los sistemas impositivos y de prestaciones sociales pueden crear incentivos perversos que distorsionan el comportamiento económico. En la mayoría de los casos, la inflación o la deflación agravan estas distorsiones. La estabilidad de precios elimina los costes económicos reales que se ocasionan cuando la inflación agudiza el efecto distorsionador de los sistemas impositivos y de seguridad social.


5. El mantenimiento de la estabilidad de precios evita la considerable arbitrariedad en la distribución de la riqueza y de la renta que se produce en entornos inflacionistas y deflacionistas. Por tanto, un entorno de precios estables contribuye a mantener la cohesión social y la estabilidad. Como se ha demostrado en varias ocasiones a lo largo del siglo XX, unas tasas de inflación o de deflación elevadas suelen generar inestabilidad social y política.



Fuente: BCE (2004), La política monetaria del BCE, p. 42.

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