Hace un par de años se originó
cierta polémica en torno a las
cuentas de la Hacienda Foral de Navarra y "el IVA de Volkswagen" donde desde
todas las ideologías se han dicho muchas cosas y no todas ciertas o bien informadas.
El origen de la polémica se suscitó a partir de la modificación de la operativa de la factoría de Volkswagen en Pamplona. Antiguamente dicha factoría vendía (con IVA) los vehículos a otra empresa del grupo (VAESA) quien a su vez los exportaba (sin IVA) desde Cataluña. La sensación que se daba es de que Navarra estaba cobrando injustificadamente unos importes a costa del resto del erario. Pues bien, el objetivo de esta entrada no es otro que el de mostrar que quienes así piensan:
- Desconocen qué es el IVA, qué es lo que se grava y quién lo paga y
- Desconocen Convenio Económico de Navarra con el Estado.
Vaya por delante que esto no es una cuestión ideológica. De hecho si me lo preguntan a mí soy de los pocos navarros que no está de acuerdo con el actual sistema y sería mucho más partidario de una armonización fiscal a nivel supranacional por lo menos en lo relativo a las normas tributarias.
Punto 1: ¿Por qué desconocen qué es el IVA?
Según la
Ley del IVA en su artículo 1:
Artículo 1. Naturaleza del impuesto.
El Impuesto sobre el Valor Añadido es un tributo de naturaleza indirecta que recae sobre el consumo y grava, en la forma y condiciones previstas en esta Ley, las siguientes operaciones:
a) Las entregas de bienes y prestaciones de servicios efectuadas por empresarios o profesionales.
b) Las adquisiciones intracomunitarias de bienes.
c) Las importaciones de bienes.
Es pues el IVA un impuesto sobre el consumo, esto es, que somos Vd. y yo cuando compramos cosas quienes lo pagamos en última instancia. El IVA sin embargo convierte a la empresa que vende en
recaudadora del impuesto. Pongamos un ejemplo: supongamos que un agricultor recoge unas naranjas, se las vende a un frutero y el frutero me las vende a mí. Pongamos que el agricultor no tiene gastos (es un ejemplo, no se me subleven las huestes del agro) y las vende a 100€ con un 10% de IVA. El frutero me las vende a mí a 200 y me cobra otro 10%. Tal y como funciona el IVA el resumen es el siguiente:
-
el agricultor cobra 10€ de IVA al frutero y los ingresa en hacienda. Todo lo que cobra de IVA lo paga.
-
el frutero me cobra los 20€ de IVA y descuenta los 10€ que ha pagado al frutero, ingresando 10€ en Hacienda. Todo lo que paga (10 al agricultor y 10 a hacienda) se cancela con todo lo que cobra (20 a mí)
-
yo pago 20€ de IVA al frutero pero no presento ninguna declaración a hacienda. El frutero ha hecho de recaudador.
-
hacienda cobra indirectamente los 20€ que yo he pagado (10 del frutero y 10 del agricultor)
Dado que el impuesto trata de recaudar un porcentaje
sobre el consumo en un territorio se establece que las exportaciones queden exentas de IVA ya que significaría recaudar sobre un consumo que se produce
fuera de nuestras fronteras. De forma similar las importaciones deben soportar el IVA puesto que se trata de consumo en nuestro territorio.
En el caso de Volkswagen, esta vendía con IVA los coches a VAESA y puesto que tributaba en Navarra dicho importe era ingresado en las arcas forales. Como VAESA exportaba los coches al extranjero no aplicaba el IVA de modo que al pagarlo (a Volkswagen) y no cobrarlo la declaración de IVA le salía a devolver: la Hacienda del Estado tenía que devolver a VAESA el IVA satisfecho por sus compras a la Volkswagen navarra.
Lo contrario ocurre también cuando se importa un bien. Supongamos una empresa catalana que importa un coche de Alemania ingresa una importante cantidad de IVA en la hacienda española. Aunque luego se lo venda a una empresa navarra ésta pagará a la Hacienda Foral solamente la diferencia entre el IVA satisfecho a la empresa catalana y el pagado por el consumidor navarro: ¡un importe muy inferior al que correspondería por consumo!.
Así pues, para hacer bien las cuentas habría que tener en cuenta cuánto se consume en Navarra y cuánto y cómo se recauda en Navarra y en el Estado por cuenta de las importaciones. La cantidad recaudada en Navarra no se acerca ni de lejos a la cantidad que teóricamente debería recaudar en base al consumo de esta comunidad. De hecho... las cuentas ¡se hacen bien! y es aquí donde llegamos al
Punto 2: Cómo funciona el Convenio Económico.
Dado que el IVA recaudada por la Hacienda Foral es MUY INFERIOR al IVA satisfecho en total por los CONSUMIDORES NAVARROS es preciso pues realizar un ajuste. Dicho ajuste está previsto en el Convenio.
Tampoco es que yo sea un experto en el tema, pero basta con darse una vuelta por el
texto del mismo para darse cuenta de que quienes lo redactaron y acordaron no eran una banda de indocumentados. De hecho, el
artículo 65 del mismo establece cómo deben realizarse esos ajustes. En 2012 la cifra de los ajustes por IVA supuso ¡483 millones de euros!. 483 millones que LOS NAVARROS pagamos de nuestro bolsillo y que fueron ingresados en la Hacienda Estatal. El ajuste fiscal solamente DEVUELVE ese importe a la Hacienda Foral.
Dicho de otra manera: no es Volkswagen quien paga o deja de pagar el IVA en Navarra o en el Estado. El IVA lo pagamos los consumidores y lo ideal sería que Navarra recaudase una cifra de IVA correspondiente a su nivel de consumo. Lamentablemente la Hacienda Foral recauda SIEMPRE una cifra de IVA MUY INFERIOR a la que le correspondería por ese concepto de modo que hay que realizar ajustes muy importantes. De la misma manera, la Hacienda Foral recauda todos los años una cifra muy superior a la que le corresponde por el Impuesto Especial de Fabricación sobre el Alcohol y Bebidas Derivadas y Productos Intermedios y tiene que realizar un ajuste en sentido contrario (hacia la hacienda estatal) bastante elevado (cerca de 50 millones de € en 2012).
A mí no me gusta, pero así son las cosas.