lunes, 30 de julio de 2012

Un flash sobre stock de capital y destrucción de empleo

He señalado varias veces en este blog la importancia de la acumulación de capital, como por ejemplo aquí y aquí.

El stock de capital lo constituye el conjunto de todos los bienes destinados a producir más bienes de consumo. Lamentablemente carecemos de buenas estadísticas sobre el stock de capital productivo. Afortunadamente el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas tiene en marcha un proyecto para crear y mantener una base de datos sobre el stock de capital en España. Aquí se puede descargar un documento de trabajo interesante que hace extenso uso de los datos recopilados por los investigadores.

Una de las cosas que más nos gusta a los economistas en cuanto encontramos unos nuevos datos con los que jugar es poner a prueba nuestra intuición y no me he podido resistir. De alguna manera, uno espera que en aquellos lugares donde exista un gran stock de capital productivo por habitante el impacto de la crisis se habrá traducido en un menor impacto sobre el empleo. La explicación es sencilla y tiene que ver con que crear un puesto de trabajo es algo más que pagar un sueldo: es dotar el puesto de trabajo con equipamiento suficiente como para que el mismo se desempeñe correctamente. Cuanto mayor sea el coste de ese equipamiento mayores serán las pérdidas que debe afrontar un empresario que despide a su empleado y deja ese equipamiento inactivo. Por el contrario, despedir a un empleado en cuyo puesto de trabajo se ha invertido poco es mucho más fácil.

Para contrastar la hipótesis he recopilado los datos de pérdida de empleos netos en los últimos 4 años y los he comparado con los datos de stock de capital productivo neto por habitante, tanto a nivel autonómico como provincial. (He tenido algún problemilla con los datos del INE, pero es que parece que tienen hoy la web en mantenimiento). Aquí van los resultados:


Y los datos provinciales:

Los coeficientes de correlación no están mal para una primera aproximación (0,52 en los datos autonómicos y 0,35 en los provinciales), de modo que sí... parece que una mayor acumulación de capital tiene algo que ver con una menor destrucción de empleo.

domingo, 22 de julio de 2012

¿Por qué algunos países se financian a tipos de interés nominales negativos?

Sede del Banco Central Europeo 
Uno de los fenómenos más curiosos de los tiempos que nos están tocando vivir es el de los tipos de interés nominales negativos de la deuda pública de algunos países. Vaya por delante que yo no soy un experto en estas cuestiones y que todo lo que viene a continuación debe ser tomado con cierta precaución. Es un esfuerzo personal por entender algo para lo que las explicaciones que se leen habitualmente en los medios me dejan un poco frío. Vamos allá:


Lo primero que conviene distinguir es entre tipo real y tipo nominal. El tipo nominal es el que no tiene en cuenta la inflación y es el que se maneja normalmente. El tipo real es el que descuenta el impacto de la inflación. Los tipos reales de interés han sido negativos muchas veces. Supongamos que invierto en un activo con un tipo nominal del 3% y la inflación en ese período es del 4%. En este caso habría un tipo de interés real negativo del 1%, que es lo que pierdo por efecto de la inflación pese a haber cobrado un 3%. Esta situación es, y ha sido, relativamente frecuente en la historia económica.


El Tesoro de Estados Unidos hace tiempo que emite títulos de deuda pública protegidos frente a la inflación. Son los llamados TIPS. No es extraño que los TIPS tengan tipos de interés reales negativos: a fin de cuentas mantener dinero en efectivo significa perder toda la inflación mientras que uno de éstos títulos cubre parte de esa pérdida. Dicho de otro modo, es fácil entender que alguien prefiera tener TIPS a mantener dinero en efectivo: se pierde menos.


Sin embargo, lo que estamos viviendo últimamente en Europa es distinto. Estamos asistiendo a fenómenos en los cuales son los tipos de interés NOMINALES los que son ligeramente negativos. Y esto es lo que no tiene (aparentemente) sentido: mantener el dinero en efectivo tiene un rendimiento superior que adquirir esos títulos. ¿Por qué nadie en su sano juicio querría adquirirlos?.


He escuchado muchas explicaciones y algunas bastante poco convincentes (la más delirante se la escuché a Josef Ajram por la radio). Para averiguar por qué alguien prefiere tener un bono alemán perdiendo dinero antes que tener el dinero en efectivo hay que buscar una explicación de por qué en algún contexto es preferible tener un bono con rendimiento negativo a tener la pasta... ¿existe dicho contexto? SÍ.


Tal y como he dicho al principio, no soy un experto en estas materias pero creo que la explicación es plausible.


En principio, si se trata de seguridad no hay nada más seguro que el dinero en efectivo: excepto en el caso de un cataclismo ese es el valor más seguro que hay. Pero claro... mantener dinero en efectivo supone un coste directo (la inflación) y un coste de oportunidad: dejar de percibir intereses si se lo presto a alguien. Si presto el dinero tendré menos liquidez y algo de riesgo (de impago) pero a cambio obtendré un interés. Los bonos alemanes son muy líquidos (los puedo comprar y vender cuando quiera ya que hay mercados secundarios muy profundos) y además tienen muy poco riesgo, de modo que son casi como tener dinero. Son tan seguros y tan líquidos que de hecho son sustitutos casi perfectos del dinero.


Vale... esto explica por qué los bonos pueden tener un interés cercano a cero, dirá alguno... pero ¿por qué alguien pueda preferir tener bonos a tipo cero frente a tener dinero en efectivo?. Para responder a ésta pregunta hay que buscar qué se puede hacer con un bono que no se puede hacer con dinero en efectivo. Respuesta: el bono alemán se puede utilizar como colateral o como garantía para pedir dinero al banco central, mientras que el dinero en efectivo no. Vale... pero... si tienes ya el dinero en efectivo... ¿para qué quieres pedir dinero al banco central?. Aquí es donde la explicación se vuelve un poquito más farragosa. Voy a tratar de explicarla en términos sencillos y sin entrar en el detalle más técnico.


El BCE y los acuerdos internacionales (como los de Basilea III ) exigen a los bancos mantener unos niveles de capital (y de depósitos) para hacer frente a sus posibles compromisos. Este nivel de capital (y de depósitos) depende del riesgo de su cartera de activos: un banco con mucho préstamo hipotecario en España requerirá unos niveles de capital muy superiores a los que requiere un banco con mucha deuda alemana o dinero en efectivo. De hecho, a efectos de consideración de riesgo tiene practicamente la misma consideración el dinero en efectivo que la deuda pública de países con triple AAA. Si un banco tiene que hacer una serie de pagos y utiliza dinero propio su balance disminuye por ese importe y disminuye además en aquellos activos de bajo riesgo que le permiten mantener bajos requerimientos de capital. Por el contrario, si tiene un bono, puede pedir prestado al BCE, el bono sigue estando en su balance (aunque esté "hipotecado" temporalmente) y la valoración de sus riesgos permanece estable.


Vamos a poner un ejemplo numérico sencillo. Supongamos que el banco está obligado a mantener un nivel de depósitos de reserva (para por si acaso) en el BCE de un 4% si los activos sin riesgo superan el 5% del total de activos y de un 5% si caen por debajo de ese nivel (esto es una MEGAsimplificación). Tenemos el banco A con las siguientes partidas en su activo:
  • 950 millones en préstamos a empresas y familias
  • 50 millones en efectivo
Este banco, según la normativa que nos acabamos de inventar, requiere un 4% de depósitos: 40 millones a inmovilizar en el BCE (al 0,75% actualmente). Ahora supongamos que tiene que hacer frente a unos pagos por valor de 20 millones de euros. Si paga directamente (y tiene 50 millones para poderlo hacer) sus ratios cambian. Pasará a tener 950 millones en préstamos y 30 millones en efectivo, con lo que necesitará un 1% adicional de depósitos: tendrá que meter 10 millones más en la cuenta del BCE al 0,75% en lugar de tenerla prestada a tipos más altos.


Vale. Ahora supongamos que el banco A partía de otra situación:
  • 950 millones en préstamos a empresas y familias
  • 30 millones en efectivo
  • 20 millones en bonos alemanes 
De nuevo, tiene que pagar 20 millones, pero en lugar de tirar de caja, acude al BCE y le dice "Préstame 20 millones de euros. Como garantía, tengo estos bonos alemanes, y en caso de impago te los quedas". El BCE presta al 0,75% al banco A con los bonos como garantía, pero los bonos siguen estando en el balance del Banco A, de modo que no es necesario aportar nuevos fondos al depósito. Es preferible para el banco A tener bonos ya que le permiten endeudarse de forma temporal y muy económica sin alterar sus masas patrimoniales en el balance.


No sé si ha quedado suficientemente claro. Como he dicho varias veces, no soy un experto y es posible que exista algún agujero, pero en cualquier caso me deja más tranquilo esta explicación que otro tipo de razonamientos esotéricos que atentan contra el sentido común...

P.S.- Leo alguna cosa por ahí donde se confirma que para  préstamos a un día los bancos no tienen que ceder la propiedad de los activos (bonos, en este caso) sino que basta con firmar un préstamo garantizado por esos activos.

martes, 10 de julio de 2012

La tergiversación en un artículo de Materia

Hace unos días leía el siguiente artículo en la recién creada web de noticias sobre ciencia Materia: Los casinos del promotor de Eurovegas son un nido de empleados infelices 

Me extrañó un artículo de ese tipo en una web sobre ciencia, pero me extrañó todavía más que en un artículo científico se dijera algo sobre lo infelices que son los trabajadores de Adelson en Macao. Por ello, decidí acudir a la fuente original: al artículo publicado en el Journal of Gambling Studies. Cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia: el artículo de Javier Salas en Materia citaba a uno de los autores David Forrest textualmente para apoyar su tesis de que los trabajadores de los casinos de Adelson son infelices y sobre el impacto de Eurovegas en Madrid. Busqué declaraciones del Sr. Forrest por internet al respecto ya que desde luego, en  su paper del Journal of Gambling Studies no decía nada ni parecido. Al no encontrar ninguna decidí ponerme en contacto con el propio David Forrest de la Universidad de Salford al respecto.

Copio y pego aquí el comentario que el Sr. Forrest hace y que puede leerse en los comentarios de Materia:

Soy uno de los autores del trabajo sobre empleo y satisfacción de vida en Macao que se cita en el artículo publicado en esta Web.

Como aclaración, quisiera señalar que el mencionado trabajo (publicado en Journal of Gambling Studies) no puede ser utilizado como argumento para sostener tan sólo una de las posiciones en el debate actual en España sobre el posible desarrollo de este tipo de complejos de casinos. Si bien es cierto que los ratios de satisfacción laboral en los casinos de Macao son bajos (similares a lo que ocurre en otros servicios), cuestiones más específicas revelan sin embargo que los trabajadores de los casinos no están descontentos ni con sus salarios ni con las relaciones laborales que mantienen con sus encargados o directores. Así que las razones que pueden explicar esa baja valoración tienen que ver más con su “poco habitual” horario laboral y las características de su trabajo en lo que a oportunidades de promoción se refiere. Es decir, realmente el problema está en la propia naturaleza del trabajo y no en el caso concreto de un determinado empleador en particular. Por otro lado, trabajadores de otras industrias del sector servicios, con un sueldo muy inferior al de los trabajadores de los casinos, también han declarado una baja satisfacción laboral. De hecho, nuestro trabajo encuentra que para los trabajadores con un determinado nivel de cualificación, el sector de los casinos en Macao paga salarios tan altos como la administración pública y superior a cualquier otro sector en la economía. Probablemente sea por esto por lo que, como se admite en el articulo publicado en esta Web, los trabajadores de los casinos se declaren igualmente satisfechos con su vida como cualquier otra persona.

Las diferentes autoridades han de ser realistas acerca de las opciones que se les ofrecen para crear puestos de trabajo. En el caso de Macao, es probable que se hubiese podido optar por puestos de trabajo alternativos en otras industrias del sector servicios, pero probablemente estos empleos también obtendrían una puntuación baja en términos de satisfacción en el trabajo y no habrían ofrecido al mismo nivel salarial que los casinos. Por lo tanto, no puede concluirse a partir de nuestra investigación que Macao haya hecho la elección equivocada.

España se enfrenta a un importante debate en el que probablemente se estén exagerando los beneficios y los costes del desarrollo de estos complejos de casinos, tal y como ha ocurrido en otras jurisdicciones en la misma situación. Afortunadamente, en todos estos temas, como cuántos empleos se pueden crear y si surgirán o no problemas de adicción, existe todo un cuerpo de análisis académico, basado en la experiencia internacional, que puede aconsejar sobre la decisión a adoptar.

Lamentablemente, nadie leerá éste comentario y los lectores de la "noticia" original se quedarán con el mensaje tergiversado de Javier Salas. ¿Llaman periodismo a ésto? Me gusta ser crítico con lo que leo. Nunca espero encontrar en un artículo ni toda la información, ni siquiera toda la información relevante. Lo que no esperaba de ninguna manera son mentiras.

jueves, 5 de julio de 2012

Suma cero

En Teoría de Juegos se denomina juego de suma cero a aquél en el que las ganancias se equilibran con las pérdidas de los participantes. Hay muchos juegos de suma cero como el ajedrez o el mus.

Existen también juegos de suma mayor que cero como ilustraba en una entrada anterior, en la que todos los participantes salen ganando, o juegos de suma negativa, como por ejemplo la lotería nacional o el euromillones en los que la suma de los premios es muy inferior a la recaudación obtenida.

Pero hoy me quería centrar en un tipo especial de juego de suma cero...


Supongamos que necesito 10.000 euros a devolver a 10 años. Para ello acudo a mi banco que aprueba la operación a un tipo de interés del 7% pagadero todo al final para simplificar los cálculos. (Nótese que el 7% se acerca mucho al tipo de interés de los bonos a 10 años españoles de hace unos días...).

¿Cuánto tendré que pagar dentro de 10 años?. Al final del primer año mi deuda ascenderá a 10.000 euros más el 7%, esto es, 10.700 euros. Al final del segundo serán los 10.700 más el 7%: 11.449 euros. Al final del tercero serán 11.449 más su 7%: 12.250... y así sucesivamente. Al final del décimo año deberé 18.384,60 euros: los 10.000 de capital más el 7% acumulado durante 10 años que suponen exactamente 8.384,60 euros.

El banco dispone ahora de un título que le da derecho a cobrar 18.354,60 euros dentro de 10 años. Para ello ha tenido que pagar 10.000 euros hoy, luego podemos decir que el precio actual de esos derechos de cobro es de 10.000 euros.

Ahora supongamos que mi préstamo se puede comprar y vender libremente. Si alguien pagara hoy 10.100 euros a mi banco por mi préstamo el banco ganaría 100 euros y se olvidaría de mí. ¿Me afecta a mí en algo? No. Yo sigo debiendo el mismo dinero. ¿Qué ha pasado? Que el poseedor de los derechos de cobro de mi préstamo va a percibir un interés ligeramente inferior al 7% (aproximadamente el 6,88%).

En la medida que el tipo de interés de mercado suba o baje y que mi préstamo pueda venderse con facilidad (como por ejemplo puede hacerse con los bonos a 10 años), el precio fluctuará de manera importante. En la siguiente tabla calculo el precio y el porcentaje de variación respecto al precio inicial de mi préstamo dependiendo del tipo de interés de mercado:



Interés Precio Diferencia
4,00% 12917 29,17%
4,50% 12371 23,71%
5,00% 11851 18,51%
5,50% 11355 13,55%
6,00% 10882 8,82%
6,50% 10431 4,31%
7,00% 10000 0,00%
7,50% 9589 -4,11%
8,00% 9197 -8,03%
8,50% 8822 -11,78%
9,00% 8465 -15,35%

Vale la pena fijarse en cómo mi préstamo a 10 años al 7% de interés fijo podría suponer un beneficio de un 4,31% en un sólo día si los tipos de interés caen medio punto (50 puntos básicos... ¿alguien se acuerda de la prima de riesgo? ¿Alguna asociación de ideas?, Bien.. vamos bien). Pero pensemos una cosa: si mi banco ha ganado gracias a las oscilaciones del tipo de interés y yo no me veo afectado: firmé un préstamo al 7% fijo y eso es lo que acabaré pagando y no hay más beneficios o pérdidas nuevas más allá de la operación inicial... ¿quién ha perdido?. La respuesta es: el comprador de mi préstamo. El juego especulativo es un juego ¡de suma cero!.
De hecho, mi préstamo puede cambiar de manos miles de veces antes de llegar al vencimiento. Por supuesto, cada vez que cambie de manos en una fecha distinta habría que rehacer los cálculos anteriores para períodos cada vez más cortos. Por ejemplo, un año antes del vencimiento la tabla de precios de mi préstamo para distintos tipos de interés sería la siguiente: 

Interés Precio Diferencia
4,00% 17678 2,88%
4,50% 17593 2,39%
5,00% 17509 1,90%
5,50% 17426 1,42%
6,00% 17344 0,94%
6,50% 17263 0,47%
7,00% 17182 0,00%
7,50% 17102 -0,47%
8,00% 17023 -0,93%
8,50% 16944 -1,38%
9,00% 16867 -1,84%

dónde se puede apreciar que ante la inminencia del vencimiento (un sólo año) las oscilaciones porcentuales son mucho más pequeñas. Cada vez que alguien compra mi préstamo, alguien lo vende a un precio superior o inferior al que lo compró pero lo que está claro es que la suma de todas esas ganancias o pérdidas está fija desde el primer momento y se corresponde con el total del importe de mi préstamo. Las veces que se compra o se vende y a qué precios no hacen sino determinar cómo se reparte ese resultado entre los distintos especuladores, pero una cosa está clara: no pueden ganar todos porque el pastel es de un tamaño fijo. Si uno gana más otro gana menos, o pierde.

El ejemplo es muy sencillo pero permite poner en duda las teorías conspiratorias de los malvados especuladores que atacan a España o a Italia, o al euro... Habrá especuladores apostando por caídas esperando ganar mucho dinero... pero es el mismo 'mucho dinero' que otros especuladores perderían. Si pensamos con detenimiento en el ejemplo veremos como muchas teorías conspiratorias no tienen ningún sentido económico.

También las tablas del ejemplo anterior permiten hacerse una idea de la magnitud que suponen las variaciones de la prima de riesgo en el precio de los bonos a 10 años y la cantidad ingente de dinero que se puede ganar o perder en pocos días en momentos como los que vivimos actualmente.