viernes, 6 de enero de 2012

El puente colgante de Pedronia

Teronga y Retivia son las dos islas del archipiélago ficticio de Pedronia. La población se reparte entre ambas islas que viven pacíficamente hace años en medio del Pacífico molestados solamente por algunos huracanes ocasionales. Recientemente se han convocado elecciones y ha ganado el Partido Blanco tras varias décadas de gobierno del Partido Negro.

El Partido Negro, de corte conservador había ido manteniendo las infraestructuras públicas y una modesta cobertura social con un modelo de presupuesto equilibrado: nunca gastaba (G) más de lo que ingresaba (T). Sin embargo, la propuesta del Partido Blanco de construir un puente colgante entre las islas de Teronga y Retivia ha propiciado su triunfo en las urnas. Los líderes del Partido Blanco argumentan que el puente permanecerá en activo durante decenas de años por lo que lo lógico es que el peso de su financiación se reparta en el tiempo: construimos el puente hoy, pero lo iremos pagando a lo largo de los años con una subida moderada de los impuestos futuros. Argumentan que el puente traerá progreso y que las generaciones futuras se beneficiarán de la existencia del puente y que por consiguiente deberían contribuir a financiarlo. Para ello, se hace una emisión de bonos a largo plazo que pueden suscribir tanto los habitantes de Pedronia como ciudadanos o instituciones extranjeras.

EFECTOS A CORTO PLAZO...

¿Cuál es el efecto del déficit en el que ha incurrido Pedronia a corto plazo?. En un primer momento, el aumento de gasto público ha propiciado una reducción del nivel de ahorro (S) nacional. ¿Por qué?. El ahorro privado lo constituye la renta disponible en manos de los ciudadanos menos lo que consumen. Por ponerlo de forma analítica:
    Spriv = Y  -  T  -  C  (donde Y es el PIB o renta nacional, T son los impuestos y C es el consumo privado)
El ahorro público se corresponde con la siguiente definición:
    Spub = T - G (Impuestos menos gasto público)
De las dos fórmulas anteriores se deduce que el ahorro nacional (S) es la suma de los dos anteriores:
    S = Y - C - G
Es evidente que el gobierno de Pedronia ha reducido el nivel de ahorro nacional por la vía de incrementar el gasto público. (Al aumentar G, S cae).

Teniendo en cuenta que el PIB atendiendo a la naturaleza del gasto tiene la siguiente definición:
    Y = C + I + G + NX (dónde I es la inversión privada o formación de capital y NX son las exportaciones netas)
Con un poco de algebra, incluso yo puedo llegar a la siguiente expresión:
    S = I + NX
Esto es, el ahorro nacional es igual a la inversión (I) más el saldo de la balanza comercial (exportaciones netas NX). Una reducción del ahorro nacional, inducido por el aumento de gasto público se debe compensar con una reducción de la inversión (formación de capital) o con un empeoramiento de la balanza comercial.

¿Nos hemos perdido ya? Recapitulemos: el Partido Blanco ha decidido construir un puente que se irá pagando a lo largo de los próximos años con impuestos futuros. El efecto a corto plazo es una reducción de la inversión y/o un empeoramiento de la balanza comercial. Todavía no hemos dicho nada de quienes han comprado la deuda pública de Pedronia. La han podido comprar habitantes del propio país. ¿Quienes?. Probablemente gente con posibilidad de adquirir deuda, bien para ellos bien para sus hijos. En el futuro, cuando haya que pagar más impuestos los titulares de la deuda cobrarán los intereses generándose un curioso efecto redistributivo desde quienes no compraron deuda hacia quienes sí lo hicieron. Es precisamente la adquisión de la deuda pública la que provoca una caída de la inversión privada (crowding-out).

Pero también adquirirán deuda pública inversores extranjeros. También por una identidad contable cuando un país se convierte en importador neto de bienes y servicios se convierte en exportador neto de activos financieros: la balanza de pagos siempre tiene saldo cero (esto es así por definición, aunque simplificando un poco 'for the sake of the argument'). Otra parte de la deuda de Pedronia estará en manos de los extranjeros.

En un primer golpe de vista parece sorprendente y casi mágico que las decisiones aparentemente independientes como la de incurrir en un déficit público y la de los inversores extranjeros de comprar deuda pública o la de los nacionales que deciden reducir el volumen de inversión se equilibren y coincidan en los importes. La verdad es que no hay nada misterioso ya que existen dos mecanismos de transmisión de información que se ajustarán hasta alcanzar una situación de equilibrio: el tipo de interés y el tipo de cambio. Básicamente el tipo de interés subirá y la moneda nacional se apreciará. Pero la explicación de éstos mecanismos excede de los objetivos de éste artículo.

A LARGO PLAZO...

Hasta ahora hemos vistos los efectos de un déficit esporádico, en un único ejercicio. Pero podría ocurrir que dado el éxito en la colocación de deuda del gobierno de Pedronia, el Partido Blanco decida además iniciar toda una serie de reformas, inversiones públicas, reconocimiento de derechos sociales, etc. que signifiquen una senda de gasto público elevado.

Uno de los primeros efectos lo hemos apuntado antes. Las posibilidades de producción de la economía de Pedronia dependen de las fábricas, máquinas, en otras palabras del stock de capital presente en cada momento. El stock de capital crece en la medida en la que se produce inversión en nuevos bienes de producción. Si como hemos visto, el déficit público reduce el nivel de inversión parece bastante probable que la acumulación de capital productiva a largo plazo se resienta disminuyendo la capacidad productiva total final de Pedronia.

Algo similar ocurre con los activos financieros en manos de extranjeros. En la medida que los extranjeros reciben los rendimientos de dichos activos (la deuda pública de Pedronia en nuestro caso) el producto "nacional" es menor que el "interior": hay un traspaso de rentas desde Pedronia hacia el extranjero.

Pero además existe otro efecto más sutil y perverso. En la medida que en Pedronia existe un menor stock de capital la productividad del trabajo también es menor y esto creará presiones para que los salarios disminuyan o no aumenten lo que podían haber aumentado en caso de contar con una mayor cantidad de stock de capital. (Por decirlo de forma muy burda, a un palista que hace una zanja con una retroexcavadora se le puede pagar mucho más que al mismo palista armado con pico y pala para hacer el mismo trabajo). Simultáneamente, el capital será un bien más escaso y su remuneración (directamente relacionada con el tipo de interés) será más alta. El efecto perverso al que me refería es que el déficit público prolongado favorece un incremento de las rentas del capital a la vez que presiona hacia abajo las rentas del trabajo, creando de nuevo un efecto redistributivo que muchos consideraríamos como no deseable.

Otra consecuencia a largo plazo es el del incremento futuro de los impuestos para devolver la deuda. Esta cuestión tiene truco. Si la economía crece por encima del tipo de interés de la deuda (algo que a lo largo de la historia ha ocurrido la mayor parte del tiempo) el gobierno no tiene por qué aumentar los impuestos o reducir el gasto para pagarla: puede emitir nueva deuda para pagar los intereses y el ratio deuda / PIB no crecerá. Sin embargo, cuando el tipo de interés es superior al crecimiento del PIB la situación se invierte (¿a alguien le suena esto de que el tipo de interés sea superior al crecimiento?). Dada la incertidumbre futura sobre tipos de interés y crecimiento no parece muy oportuna jugársela a esa carta: el ratio de deuda / PIB podría hacerse insostenible y crear el terreno abonado para un "aterrizaje de emergencia" como el que estamos viviendo en estos tiempos.

¿Y QUÉ PASA CON EL BIENESTAR?

Hasta ahora hemos tratado de identificar los principales efectos del déficit y un elevado nivel de deuda desde un punto de vista meramente descriptivo. No hemos hecho ningún juicio de valor, especialmente si se dan las condiciones para que el déficit sea sostenible a largo plazo. Sin embargo también hay otros efectos sobre el bienestar que vale la pena analizar.

Si hacemos una burda aproximación al bienestar utilizando como proxy el PIB, vemos cómo a corto plazo este no se ve apenas afectado mientras que a largo plazo en PIB será algo inferior. Sin embargo, el consumo privado (más cercano a una medida de bienestar) no tiene por qué seguir la misma senda: unos tipos impositivos más bajos a corto plazo pueden estimular el consumo. En realidad los efectos del déficit son fundamentalmente redistributivos: la suma total es cero pero unos ganan mientras que otros pierden. Tratemos de identificar ganadores y perdedores:

Para centrar un poco la discusión, supongamos que los habitantes de Teronga tienen mayoría en el parlamento sobre los de Retivia y consiguen aumentar los impuestos en Retivia a la par que los reducen en Teronga. El efecto total será nulo, pero beneficiando a unos a costa de otros. En el caso de la financiación del déficit con deuda lo que realmente ocurre es que beneficiamos a un grupo de contribuyentes (los del presente) frente a otros (los del futuro), aunque el efecto total será igualmente nulo.

También nos hemos referido antes a los trabajadores y a los propietarios del capital. Éstos últimos saldrán beneficiados frente a los primeros, como hemos discutido antes. A priori no parece que una redistribución de los que tienen menos hacia los que tienen más sea algo deseable. Puede que el déficit público de alguna manera sea una de las causas e impulse la desigual distribución de la riqueza. De hecho, el incremento de la desigualdad en los últimos decenios en las economías occidentales coincide con importantes déficits publicos sostenidos... pero esto sí que es otro tema.

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