Solía decir mi abuela refiriéndose a una persona que no recuerdo: "Él ya ha entrado en la Universidad, pero desde luego, la Universidad no ha entrado en él". Imagino que es el caso de muchas personas, pero quiero pensar que a la mayoría el paso por la Universidad les (nos) ha dado una cierta impronta. Haber estudiado Economía te hace ver el mundo de una forma diferente, algo parecido a como un naturalista estudia un ecosistema. Creo que los siguientes puntos que he encontrado por ahí resumen bastante bien cómo piensa un economista. Ahí van:
1) Todo tiene un coste.
2) La gente tiene razones para elegir lo que elige. No es que la racionalidad sea perfecta ni que todo el mundo sea siempre perfectamente racional, pero normalmente hay explicaciones racionales de por qué la gente hace lo que hace. Una lectura muy interesante relacionada con esto para quien tienda a ser paternalista: Poor Economics
3) Los incentivos importan. La gente reacciona a los incentivos, tanto positivos como negativos. Tenerlos en cuenta es importante.
4) Cuando la gente intercambia bienes o servicios voluntariamente ambos salen ganando.
5) Pensar como un economista significa pensar en términos marginales.
6) El valor de las cosas depende de las elecciones de la gente. Las cosas no valen por lo que cuesta hacerlas sino por su escasez relativa y esta depende de su disponibilidad, de los gustos y en definitiva, de las elecciones de la gente.
7) Las acciones económicas tienen efectos secundarios. Siempre hay que pensar en los efectos o consecuencias positivas o negativas. Especialmente en el caso de que dichos efectos recaen sobre personas ajenas a la decisión económica en cuestión. Es muy interesante al respecto el siguiente texto de Sala i Martin.
8) La prueba de una teoría la proporciona su habilidad para predecir correctamente. La economía meramente dialéctica es un divertimento filosófico. La economía necesita contrastación empírica.
1) Todo tiene un coste.
2) La gente tiene razones para elegir lo que elige. No es que la racionalidad sea perfecta ni que todo el mundo sea siempre perfectamente racional, pero normalmente hay explicaciones racionales de por qué la gente hace lo que hace. Una lectura muy interesante relacionada con esto para quien tienda a ser paternalista: Poor Economics
3) Los incentivos importan. La gente reacciona a los incentivos, tanto positivos como negativos. Tenerlos en cuenta es importante.
4) Cuando la gente intercambia bienes o servicios voluntariamente ambos salen ganando.
5) Pensar como un economista significa pensar en términos marginales.
6) El valor de las cosas depende de las elecciones de la gente. Las cosas no valen por lo que cuesta hacerlas sino por su escasez relativa y esta depende de su disponibilidad, de los gustos y en definitiva, de las elecciones de la gente.
7) Las acciones económicas tienen efectos secundarios. Siempre hay que pensar en los efectos o consecuencias positivas o negativas. Especialmente en el caso de que dichos efectos recaen sobre personas ajenas a la decisión económica en cuestión. Es muy interesante al respecto el siguiente texto de Sala i Martin.
8) La prueba de una teoría la proporciona su habilidad para predecir correctamente. La economía meramente dialéctica es un divertimento filosófico. La economía necesita contrastación empírica.
A propósito del punto 3: http://www.youtube.com/watch?v=u6XAPnuFjJc
ResponderEliminar¡Que análisis más estupendo de las razones por las que tengo "problemas" con la Economía! Pero dejémoslo en el punto 3 por ahora...
Me temo que no hablamos de lo mismo. Una cosa es establecer políticas de incentivos para lograr determinados resultados (algo harto difícil, por cierto) y otra es reconocer y entender que la gente reacciona (de forma agregada) ante los incentivos. ¿No te parece que los riesgos tomados por los agentes financieros en la actual crisis tiene mucho que ver con sus incentivos, por ejemplo?.
ResponderEliminarEl mero hecho de que el marketing y la publicidad sean efectivas demuestra que es posible incentivar a las personas (no a todas, a algunas más susceptibles, ya que pensamos en términos marginales) a tomar determinadas decisiones.
Pero hay muchos incentivos que no forman parte de una política de incentivos. Por ejemplo, la ausencia de inspecciones fiscales pueden incentivar a la gente a defraudar a Hacienda. Las posibilidades de conseguir un buen trabajo en el extranjero pueden incentivar a la gente a estudiar idiomas. La promesa de una vida mejor incentiva a los africanos a echarse al mar en una patera a jugarse la vida... Creo que el mundo está lleno de ejemplos de incentivos de distintos orígenes que sin duda afectan al comportamiento económico. Otra cosa es, como ya hemos dicho, que sea sencillo fijar políticas de incentivos (especialmente si por eso sólo entendemos recompensas monetarias) para conseguir determinados resultados.
Saludos