Esta tarde se suscitaba una discusión en Twitter a cuenta de la "noticia" sobre un informe de Intermon Oxfam que se puede descargar aquí. No he leído el informe (excepto para asegurarme de que dice lo que los medios dicen que dice, que no se puede fiar uno ya de nada ni de nadie...) pero la afirmación que ha suscitado la discusión tiene que ver con el siguiente dato:
Las familias aportan alrededor del 90% de la recaudación, y las empresas el 10% restante.
Lo que más me ha sorprendido es que alguien considere el dato noticiable. Basta con echar un vistazo a la información que publica la Agencia Tributaria para saber quién y cómo paga impuestos en este país. Es bien sabido que todo tipo de asociaciones y organizaciones necesitan hacerse presentes periódicamente en los medios para lo cual no tienen ningún pudor en hacer refritos de datos de fuentes oficiales u oficiosas y publicarlos como algo novedoso para que se hable de ellos. Por ejemplo, todos los años en el mes de septiembre nos meten la "morcilla" de lo que cuesta la "vuelta al cole" y que tan bien ha comentado Josu Mezo @malaprensa en su blog.
Dicho esto entro a hacer algunas precisiones sin entrar en mucho detalle:
1) En realidad son las familias quienes pagan el 100% de los impuestos en España. Aunque digamos que las "empresas" pagan una parte no dejan estas de ser propiedad de las familias (sí... la familia Botín es una familia y presentan sus declaraciones de IRPF, o eso creo). El dueño de una mercería o de una granja de pollos es una "familia" y en la medida que su empresa paga impuestos vale un poco menos, de modo que en última instancia es una familia la que "paga" el Impuesto de Sociedades. No obstante continuaremos hablando de empresas que pagan impuestos for the sake of the argument.
2)En el informe señalado anteriormente se desglosan las bases imponibles de los hogares y de las empresas:
En la tabla se puede observar como en la parte de "Rentas antes de impuestos" (bases para impuestos directos) son de 553.614 millones de € como renta bruta de los hogares y 73.840 millones de € como base imponible (beneficios) de las empresas. (Atención: no confundamos el culo con las témporas en este punto; renta bruta de los hogares incluye tanto rentas del trabajo de familias trabajadoras como otro tipo de rentas incluidas las percepciones de dividendos pagados por las empresas a sus accionistas).
Hagamos la lectura del cuadro anterior: en cuanto a bases para impuestos directos (IRPF e IS) el 89% de la renta antes de impuestos la perciben los hogares y el 11% restante lo constituyen los beneficios consolidados empresariales. ¿A que el dato de Oxfam ya no parece que sea tan raro?
Pero claro... sólo he hablado de los impuestos directos. Luego están los indirectos como el IVA que gravan el consumo. ¿Cómo quedan las cuentas al final?. En el mismo informe aparecen también los cuadros de tipos de gravamen (qué porcentaje de las bases se pagan finalmente) y la cantidad recaudada. Las muestro a continuación:
Los hogares pagan un 12,5% de la renta bruta que perciben y las empresas un 19,3% de sus beneficios. El IVA supone al final un 13,4% del consumo y los impuestos especiales un 21,8%. Y sí... el impuesto sobre sociedades no suma más que 14.229 millones de € respecto a un total de impuestos devengados de 153.966 millones de €; algo menos del 10%. También es verdad que la suma de todos los beneficios empresariales no llega a la mitad de todo lo que se recauda vía impuestos en España.
Pero aquí también falta algo. Por ejemplo los ingresos públicos derivados de cotizaciones sociales no figuran aquí puesto que no se trata formalmente de impuestos (aunque en realidad se tratan de impuestos sobre el trabajo lo cual no deja de aportar una perspectiva interesante aplicada al problema del paro). Y las empresa cotizan un porcentaje superior al 30% de lo que constituye el importe de las nóminas brutas. (Aunque las empresas coticen estaría bien saber quien es realmente el pagano: ¿podrían ser los salarios más altos o haber más gente trabajando con porcentajes inferiores? Dejaremos esta cuestión para otro día).
Hasta aquí una mera exposición de los datos que se pueden encontrar fácilmente. A continuación me gustaría señalar una cuestión en relación al argumento esgrimido por @jzamorabonilla en la discusión en Twitter:
Vamos a poner un ejemplo por el que creo que dicho argumento es falso. Supongamos que un profesional puede hacer una operación comercial por la que va a ganar 100.000€. Supongamos que puede hacerlo de forma personal y dicho importe se sumará a su renta y pagará IRPF. El tipo marginal del IRPF para ese nivel de renta es actualmente del 47%. Tiene también la oportunidad de hacerlo a través de una empresa. La empresa paga el 30%. Aparentemente le conviene realizar dicha operación a través de la empresa ya que un 30% es inferior al 47%. Pero ¡ojo!, si luego quiere llevarse el 70% restante a su casa ¡tiene que volver a tributar en su IRPF! esta vez como rentas del capital que actualmente tienen una tarifa ligeramente progresiva entre el 21 y el 27%. Si hacemos las cuentas en una hoja de cálculo veremos que el resultado final es muy parecido: un 49% de impuestos.
Si las rentas del capital tributaran igual que las rentas del trabajo los tipos impositivos serían más altos de los correspondientes. En el mejor de los casos el 30% de IS añadido a un 21% sobre las rentas del capital supone un 44.7% en total o un 48.9% como máximo, muy cercano a los tipos máximos de las rentas del trabajo para rentas de más de 175.000€ anuales.
Dicho de otra manera: si mi vecina doña Marina, pensionista y con recursos limitados cobra el dividendo de unas acciones que le dejó su marido paga el 21% como rentas del capital de unos beneficios que han tributado previamente al 30%... esto es, al final ha pagado el 44,7% de impuestos respecto a lo que le correspondía como accionista de dicha empresa.
Efectivamente la progresividad es muy pequeña... ¡pero porque los tipos efectivos, lo que se lleva Hacienda, son altos!.
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