Hoy, precisamente hoy, se hacía pública la carta abierta que Daniel Kahneman dirigía a un grupo de psicólogos de laboratorio. Básicamente se queja de las malas prácticas científicas en un área concreta de la psicología en la que se han dado varios casos recientes de fraude. Pese a que no es su área de trabajo entiende que la mala praxis de estos investigadores está manchando toda la disciplina y les propone una forma de contrastar externamente sus hallazgos.
Precisamente hoy también, la catedrática de Psicología Experimental de la Universidad de Deusto, Helena Matute, publicaba una entrada en su blog en la que citando a Kahneman (pero parece que sin darse por aludida) recomendaba a los economistas adquirir algunos conocimientos básicos sobre el método científico. Precisamente hoy, que el Sr. Kahneman les tira a sus colegas de las orejas por manchar su trabajo...
Pensaba contestar a la Sra. Matute... pero no voy a hacerlo.
Pensaba contestarle a su pregunta de dónde estaban muchos economistas en 2002 cuando Daniel Kahneman recibió el Nobel de Economía que algunos de ellos habían estado ocupados leyéndole y proponiéndole para el premio. Pero no lo haré.
Pensaba decirle que confundir la racionalidad económica de los modelos con la racionalidad o irracionalidad de los mercados es un error de principiante. Por poner un ejemplo, le diría que las conclusiones que sacamos los economistas se parecen un poco a la Ley de los Gases Ideales: no necesitamos conocer el momento y posición de todas y cada una de las partículas de un gas para predecir de forma bastante precisa su comportamiento agregado. De la misma manera, no es preciso detallar el comportamiento de todos y cada uno de los agentes económicos para explicar el comportamiento agregado de los mercados. Pero esta polémica no sólo es vieja... ¡está zanjada! y sólo pretenden abrirla quienes no entienden a qué se refieren los economistas cuando hablan de racionalidad. De hecho, muchos resultados económicos son robustos a la hipótesis de racionalidad. Esto quiere decir que aunque se modele el comportamiento racional (que no quiere decir lo que la Dra. Matute cree en este contexto) los resultados siguen siendo válidos. Para muestra puede leer el artículo del también premio Nobel Gary Becker: Irrational Behavior and Economic Theory publicado ¡en el año 1962!. Pero no voy a decirle ésto a la Sra. Matute.
Pensaba decirle a la Sra. Matute que estaría bien que se informe sobre a qué dedican el tiempo los economistas. Parece que tiene la idea de que los economistas se dedican a apostar en bolsa, o en el hipódromo. Y cree que los economistas no leen a Kahneman cuando precisamente... son economistas quienes propusieron a un psicólogo (a uno bueno, eso sí) porque su trabajo y aportaciones han sido recogidas en Economía. Otra cosa es la aplicabilidad y capacidad predictiva de las tesis del Sr. Kahneman, que de momento son escasas. Pero no diré tal cosa.
Pensaba decirle que no me extraña que le pidan cosas raras en la Universidad. Tenemos una lista de la vergüenza de la que pocos se salvan. Y la verdad es que no me extraña que pasen cosas... Me quejaba yo en este mismo blog hace una fechas del lamentable nivel de formación en Economía y la Universidad no se salva. A la luz del texto del artículo de la sra. catedrática me temo que ella tampoco ha visto nada sobre Economía en su vida. Afortunadamente sólo el Papa puede hablar ex-cátedra y cualquiera puede decir tonterías en algún momento. Pero no diré nada de ésto.
Pensaba comentarle que para comparar la Economía con la homeopatía o el tarot estaría bien provenir de un campo con un poco menos de tradición magufa. ¿Hacemos un repaso por las teorías psicológicas que han aparecido y desaparecido por el siglo XX sin más soporte que la charlatanería barata? ¿Hablamos del psicooanálisis?. Pero no. No diré nada de ésto ya que lo único que la sra. catedrática demuestra es su ignorancia y no quiero señalarla con el dedo.
Pensaba decirle que los economistas tenemos conocimientos del método y sabemos en qué consiste el rigor (rigor que ella no aplica cuando hila una sarta de sandeces una tras otra en la entrada del blog que no estoy comentando). Y que leemos a psicólogos, por supuesto. Y que actualmente el estado de la Economía Conductista o Behavioral Economics está en sus inicios pero que no parece que vaya a suponer ninguna revolución. Pero no voy a decir nada de ésto.
¿Y por qué no digo nada? Pues muy sencillo. Porque he pillado la broma. La Sra. catedrática utiliza un ingenioso artificio literario autoreferencial: se refiere a la inevitable irracionalidad de la mente humana escribiendo un texto en sí mismo irracional. Francamente inteligente. Casi la tomo en serio.
Precisamente hoy también, la catedrática de Psicología Experimental de la Universidad de Deusto, Helena Matute, publicaba una entrada en su blog en la que citando a Kahneman (pero parece que sin darse por aludida) recomendaba a los economistas adquirir algunos conocimientos básicos sobre el método científico. Precisamente hoy, que el Sr. Kahneman les tira a sus colegas de las orejas por manchar su trabajo...
Pensaba contestar a la Sra. Matute... pero no voy a hacerlo.
Pensaba contestarle a su pregunta de dónde estaban muchos economistas en 2002 cuando Daniel Kahneman recibió el Nobel de Economía que algunos de ellos habían estado ocupados leyéndole y proponiéndole para el premio. Pero no lo haré.
Pensaba decirle que confundir la racionalidad económica de los modelos con la racionalidad o irracionalidad de los mercados es un error de principiante. Por poner un ejemplo, le diría que las conclusiones que sacamos los economistas se parecen un poco a la Ley de los Gases Ideales: no necesitamos conocer el momento y posición de todas y cada una de las partículas de un gas para predecir de forma bastante precisa su comportamiento agregado. De la misma manera, no es preciso detallar el comportamiento de todos y cada uno de los agentes económicos para explicar el comportamiento agregado de los mercados. Pero esta polémica no sólo es vieja... ¡está zanjada! y sólo pretenden abrirla quienes no entienden a qué se refieren los economistas cuando hablan de racionalidad. De hecho, muchos resultados económicos son robustos a la hipótesis de racionalidad. Esto quiere decir que aunque se modele el comportamiento racional (que no quiere decir lo que la Dra. Matute cree en este contexto) los resultados siguen siendo válidos. Para muestra puede leer el artículo del también premio Nobel Gary Becker: Irrational Behavior and Economic Theory publicado ¡en el año 1962!. Pero no voy a decirle ésto a la Sra. Matute.
Pensaba decirle a la Sra. Matute que estaría bien que se informe sobre a qué dedican el tiempo los economistas. Parece que tiene la idea de que los economistas se dedican a apostar en bolsa, o en el hipódromo. Y cree que los economistas no leen a Kahneman cuando precisamente... son economistas quienes propusieron a un psicólogo (a uno bueno, eso sí) porque su trabajo y aportaciones han sido recogidas en Economía. Otra cosa es la aplicabilidad y capacidad predictiva de las tesis del Sr. Kahneman, que de momento son escasas. Pero no diré tal cosa.
Pensaba decirle que no me extraña que le pidan cosas raras en la Universidad. Tenemos una lista de la vergüenza de la que pocos se salvan. Y la verdad es que no me extraña que pasen cosas... Me quejaba yo en este mismo blog hace una fechas del lamentable nivel de formación en Economía y la Universidad no se salva. A la luz del texto del artículo de la sra. catedrática me temo que ella tampoco ha visto nada sobre Economía en su vida. Afortunadamente sólo el Papa puede hablar ex-cátedra y cualquiera puede decir tonterías en algún momento. Pero no diré nada de ésto.
Pensaba comentarle que para comparar la Economía con la homeopatía o el tarot estaría bien provenir de un campo con un poco menos de tradición magufa. ¿Hacemos un repaso por las teorías psicológicas que han aparecido y desaparecido por el siglo XX sin más soporte que la charlatanería barata? ¿Hablamos del psicooanálisis?. Pero no. No diré nada de ésto ya que lo único que la sra. catedrática demuestra es su ignorancia y no quiero señalarla con el dedo.
Pensaba decirle que los economistas tenemos conocimientos del método y sabemos en qué consiste el rigor (rigor que ella no aplica cuando hila una sarta de sandeces una tras otra en la entrada del blog que no estoy comentando). Y que leemos a psicólogos, por supuesto. Y que actualmente el estado de la Economía Conductista o Behavioral Economics está en sus inicios pero que no parece que vaya a suponer ninguna revolución. Pero no voy a decir nada de ésto.
¿Y por qué no digo nada? Pues muy sencillo. Porque he pillado la broma. La Sra. catedrática utiliza un ingenioso artificio literario autoreferencial: se refiere a la inevitable irracionalidad de la mente humana escribiendo un texto en sí mismo irracional. Francamente inteligente. Casi la tomo en serio.
Estos descubrimientos y, sobre todo, el seguimiento que tienen entre cierta gente, me recuerda a cuando los creacionistas descubren "fallos" en la teoría de la evolución en lo que son avances y correcciones de la misma hechas por los propios biólogos.
ResponderEliminarMira que había pensado poneros a los dos en copia en tuiter, pero veo que no hace falta. Este mundo es suficientemente pequeño como para que los textos les lleguen a quienes los tienen que comentar. Saludos ;-)
ResponderEliminarSí... ayer me hervía la sangre. :D
ResponderEliminarSaludos a ambos