viernes, 23 de septiembre de 2011

Balonazos

Si tuviésemos que describir un balón de fútbol a alguien que no lo haya visto nunca probablemente lo definiríamos como un objeto de forma esférica y del tamaño y peso adecuados. Sin embargo, mediante esa descripción estaremos "ocultando" una de las características esenciales del balón de fútbol y es precisamente que NO es perfectamente esférico. El hecho de que tenga irregularidades, costuras, en su superficie es precisamente lo que permite que el balón tome efecto, haga botes extraños y en definitiva permita a jugadores habilidosos lucirse haciendo que el balón siga trayectorias imposibles para una esfera perfecta.

Los economistas también jugamos con balones... esféricos sobre el papel pero no tan perfectos en la vida real. La eficiencia de los mercados, por ejemplo, es un bonito balón esférico. Sin embargo, como ya demostraron Stiglitz y Grossman la eficiencia plena de los mercados es imposible en presencia de información asimétrica, o más bien, en el caso de que la información tenga un coste. Llegados a este punto quiero hacer dos matizaciones:

1) Que el mercado no sea perfectamente eficiente no significa que otro sistema de asignación de recursos (planes quinquenales, planificación estatal, etc.) lo vaya a ser más. De hecho, dado que la información que maneja el planificador es todavía menor y más imperfecta que la de los agentes que participan en el mercado la asignación será todavía más ineficiente como bien se han encargado de demostrar todos los ejemplos en la Historia de economías dirigidas.

2) Que el balón no sea perfectamente esférico no significa que no se comporte habitualmente como una esfera y que no podamos utilizar el modelo esférico para describir el 99% de su comportamiento. Cuando deseemos explicar un efecto al sacar un corner tendremos que ampliar el modelo.

En general la información no es perfecta. Existen asimetrías y existen oportunidades para aprovecharlas. El problema en muchas ocasiones lo constituye el llamado riesgo moral o en inglés moral hazard. Se da una situación de riesgo moral cuando un individuo no está expuesto a las consecuencias de sus acciones y cambia su forma de actuación por este hecho.

El riesgo moral está en todas partes. Los bancos durante la actual crisis han tomado posiciones de elevado riesgo sabiendo que el Estado no les dejaría caer. Pero los depositantes también hemos supuesto siempre que el Fondo de Garantía de Depósitos cubriría nuestros ahorros y que no vale la pena molestarse en buscar un "buen banco" para confiarle nuestros ahorros ya que nunca se le permitiría quebrar y quedarnos sin nuestro dinero...

Las situaciones de riesgo moral son cotidianas y además son completamente irregulables: ¿conducimos con más descuido si tenemos el coche asegurado a todo riesgo? ¿cogemos sólo lo que vamos a comer en un buffet libre? ¿apagamos las luces cuando nos vamos de nuestro lugar de trabajo? La solución no está en regular cada aspecto de nuestra vida sino en la ética individual. Lamentablemente parece que eso cada vez vale menos y el valor de la palabra dada todavía menos que una firma en una servilleta de papel...


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