martes, 3 de enero de 2012

Sobre el movimiento curvilíneo, la racionalidad y métodos de optimización

En el año 1980 Michael McCloskey, Alfonso Caramazza (vaya apellido desafortunado en castellano...) y Bert Green publicaban un artículo en Science titulado Curvilinear Motion in the Absence of External Forces: Naïve Beliefs About the Motion of Objects. (Si alguien dispone de un link al artículo completo lo agradecería profundamente). Los investigadores preguntaron a un conjunto de estudiantes universitarios qué trayectoria seguiría una bola de metal al ser expulsada desde un tubo metálico curvo, largo y delgado. El 49% de los estudiantes que no había estudiado física contestó erróneamente que la bola continuaría describiendo una trayectoria curva similar a la del tubo. Pero lo más sorprendente es que un 19% de los estudiantes que habían estudiado física opinaban lo mismo.

Tal vez no sean necesarios estudios como el anterior para llegar a la conclusión de que el ser humano comete importantes errores de apreciación incluso en cuestiones como un principio físico tan elemental como el descrito anteriormente. Si casi la mitad de los estudiantes universitarios no son capaces de estimar correctamente la trayectoria de la bola... ¿qué nos hace suponer que las personas normales son capaces de estimar, por ejemplo, la inflación futura, o el valor actual de una inversión inmobiliaria? ¿Con qué criterio podemos seguir sosteniendo que las personas actúan de forma racional si su razonamiento se basa en prejuicios sobre el funcionamiento del mundo del todo infundados?. Intentaré demostrar que a pesar de todo, el supuesto de racionalidad sigue siendo válido.

En Economía se supone que los agentes son racionales. Dicha racionalidad significa que los agentes económicos (economías domésticas, empresas) toman sus decisiones de forma que optimizan una función objetivo (su utilidad, beneficios, etc.). En los modelos, el problema de la optimización se resuelve de forma matemática y sin errores. Los agentes conocen todas las opciones y alternativas y escogen la "mejor" de todas ellas.

Volvamos ahora por un momento a los estudiantes del experimento de McCloskey. Vamos a suponer que en lugar de preguntarles por la bolita los alojamos en una casa, como la de Gran Hermano, y les damos comida y agua sólo si son capaces de acertar en una diana con la bolita propulsada por el tubo curvo. Es posible que los primeros tiros sean errados, pero seguramente los sujetos del experimento aprenderán a apuntar correctamente. No es necesario que deduzcan las fórmulas del movimiento descritas por Newton: por el sistema de prueba y error serán capaces de ir corrigiendo sus estimaciones hasta acertar.

Seguramente nuestra forma de "ser racionales" tiene más que ver con el sistema de prueba y error, con corregir nuestras malas predicciones o compensar nuestra "miopía". Los seres humanos tomamos decisiones económicas continuamente (como decidir si me tomo un café, un descafeinado o un té en cuanto termine de escribir ésto). A veces nos equivocamos. Si la equivocación es grande (como invertir en pagarés de Nueva Rumasa) seguramente no volveré a cometerla. Si es pequeña (como elegir un helado de chocolate en lugar de vainilla, que me gusta más) es posible que el factor corrector sea pequeño también.

Se ven muchos experimentos psicológicos para demostrar la "no racionalidad" de los seres humanos en lo tocante a sus decisiones económicas. La mayor parte de estos experimentos sencillamente indican que los encuestados cometen errores. La cuestión es... ¿son éstos errores sistemáticos? ¿Aprenden los sujetos de sus errores y corrigen sus previsiones?. Yo creo que sí. Creo que las personas no cometen errores sistemáticos. Creo que se puede engañar a alguien para que pague 28 dólares por un billete de 20, pero no se le puede engañar para que vuelva a participar en "el juego"... precisamente porque quien se equivoca y lo paga acaba aprendiendo.

3 comentarios:

  1. Tal vez tengas razón.

    Quizá la tengas hasta un nivel tan profundo que signifique algo más.

    Por ejemplo, que todos esos experimentos de "no racionalidad" sean la manera que tenemos los humanos de corregir la equivocación de intentar hacer modelos económicos. ;)

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  2. Lástima que no no haya podido seguir jugando a comprar coches en este país hasta optimizar un poco más. Tampoco creo que mi vida me de para optimizar mis "decisiones inmobiliarias".

    Eso si, en el café que tomo si que te doy la razón, a fuerza de prueba y error compro el mejor en relación calidad precio para mi gusto... mi gusto que creo que es un asunto fuera de la economía (según una entrada anterior).

    Me parece a mi que el territorio en el que vale la "racionalidad del agente" es mucho más pequeño de lo que a uno le gustaría por lo bonitas que salen las matemáticas ahí.

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  3. @luistarrafeta

    Me agotas ;)

    @Joaquín

    No creo que el territorio sea pequeño. Creo que en las decisiones hay más racionalidad que irracionalidad. Compraste coche porque lo necesitabas, no porque estás loco, ni porque te lo han anunciado en TV hasta que se te salga por los ojos, ni porque te levantaras un día por la mañana pensando "me voy a comprar un coche". Y seguramente valoraste la posibilidad de alquilarlo, desechaste la de comprarlo nuevo... ¿qué los coches han salido nefastos? Sí. ¿Qué fuiste irracional al intentar comprar un coche que hiciera su papel durante un año?. Creo que no.

    Lo mismo digo de la vivienda. Uno puede no haber previsto el desplome del precio, la evolución de los tipos de interés... pero seguramente hiciste tus cuentas, y conociéndote, no hiciste las cuentas de la lechera. ¿Crees que te equivocaste al comprar tu casa? ¿Crees que te equivocaste a la luz de la información que tenías disponible en ese momento?. Supongo que no.

    Y respecto a los gustos... decía que no tenemos nada que decir sobre el cambio de los mismos, de las preferencias, pero una vez "fijados", entonces sí.. tu decisión de calidad / precio es una decisión económica que quienes te proporcionan el café tienen en cuenta para ponerlo a tu disposición.

    Creo que la gente es bastante sensata, aunque cometa errores. Los errores no delatan irracionalidad sino métodos de optimización más lentos.

    Saludos

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